T: - ¿Que ángel me despierta en mi lecho de flores?
L: - Ni el cuclillo, la alondra o el pinzón, a los que no se da contestación.
Porque, en efecto, ¿quién habla de perder el tiempo contestando a tan necio avechucho? ¿Quién quiere dar un mentís a un pájaro, aún cuando grite cucu a quemarropa?
T: - Te ruego, gentil mortal, que cantes de nuevo; tus canciones han cautivado mi oído.
Así mismo, mis ojos se han enamorado de tus formas, y la fuerza de tu brillante mérito me obliga a decirte, jurarte, que te amo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario